Volver a disfrutar, placer, Psicología y Terapia Gestalt

Muchas personas acuden al psicólogo o terapeuta con la demanda de querer volver a disfrutar. De primeras, esto puede resultar llamativo pues, nuestra capacidad de disfrute es innata, espontánea, y lo esperable sería que el disfrute se tiene que dar fácilmente.

Como yo lo veo, la incapacidad de disfrute que se da en algunos individuos, dice mucho de la sociedad en la que vivimos. Estamos tan enfocados a cumplir tareas, metas y objetivos que parece haber poco espacio para el disfrute.

Así mismo, hacemos un uso de un lenguaje bastante peyorativo para referirnos a ciertas formas de disfrute, y qué decir de la profunda desconexión que tenemos con la sexualidad, que por un lado se tapa, se oculta, se limita, y por otro lado, es expresado de formas groseras y tan poco respetuosas como la pornografía.

En mi caso, el deseo de volver a disfrutar también fue una demanda personal, que tal vez traté mucho tiempo en descubrir, y si, en ocasiones sigue siendo mi dificultad. Y es por eso que este tema me interesa especialmente, y es por eso que me alegra tan profundamente sentir en consulta eso de “quiero volver a disfrutar”.

Volver a disfrutar: Qué dice la psicología sobre el placer

El ser humano se ha interesado por el disfrute y el placer desde tiempos inmemoriales y a lo largo y ancho del planeta tierra. Desde la visión del placer como algo que moderar según Epicuro en la antigua Grecia, a la búsqueda de placer como fin último en la antigua Roma, pasando por la visión del placer como objetivo vital planteado por el hinduismo hasta la visión de las culturas mesoamericanas que disfrutaban del placer en festivales y con propósito de sacrificio a los dioses.

A continuación, haré una breve descripción de algunas de las aproximaciones más interesantes al placer o disfrute, partiendo desde la filosofía hasta llegar a lo que nos interesa, la visión de la psicología.

1. Placer hedonista

En la antigua Grecia nos detenemos para ver tal vez, la forma de placer más básica, el placer hedonista defendido por Epicuro y Aristipo, el cual se refiere al placer inmediato y sensorial. Es decir, aquel que se produce con la satisfacción de los sentidos o gratificaciones instantáneas y que pretende acercarnos al bienestar y alejarnos de aquello que nos hace sentir lo contrario.

2. Placer eudaimónico

Adentrándonos ya en el aporte de la psicología moderna, podemos mencionar a Martin Seligman, uno de los fundadores de la Psicología Positiva y que, hace distinción entre el placer inmediato o placer hedonista y el placer que va más allá y que nos guía al bienestar a largo plazo o autorrealización, es decir, el placer eudaimónico.

Según este autor, existe un placer que va más allá de las sensaciones gratificantes del placer sensorial y es el placer que nos conduce a desarrollarnos como personas, al cumplimiento de metas vitales significativas y el que, en definitiva, nos guía al bienestar a largo plazo.

3. Placer como recompensa a la adaptación

Según esta teoría, vinculada con el aporte del psicólogo B.F. Skinner, el placer es un refuerzo positivo que tiene como propósito, motivar a repetir ciertos comportamientos que son gratificantes. Esto nos ayuda a formar ciertos hábitos y a la toma de decisiones.

Desde la perspectiva de la neurociencia, la explicación que hay detrás de este condicionamiento se explica a través de la dopamina. Este neurotransmisor se encarga de activarnos para que emprendamos la acción en búsqueda de experiencias agradables. Podríamos poner el ejemplo del corredor de montaña que se activa antes de una dura maratón. Esto de por si, no tiene nada de placentero, sin embargo, gracias a la dopamina, este corredor se siente motivado y energizado, ya que sabe que al acabar se sentirá realizado y satisfecho.

Bajo el mismo paradigma se encuentra la formulación de Silvan Tomkins con el desarrollo de su teoría de los afectos. Este autor explica la importancia de los afectos (emociones) en cuanto a que gracias a ello, somos capaces de reaccionar rápidamente frente a cualquier situación. En el caso del placer o disfrute, este afecto nos lleva a repetir aquellas situaciones que resultaron agradables.

4. El placer como señal de bienestar

Otra perspectiva interesante es la que nos da el psicólogo Ed Dienet, quien centra su investigación en el concepto de bienestar subjetivo, refiriéndose a cómo las personas perciben su propio bienestar. Según este autor, el disfrute y el placer forman parte de las emociones que aportan a las personas un mayor bienestar subjetivo.

Así pues, cuando aparece una persona en consulta con el deseo de volver a disfrutar, debemos tomarlo con mucha atención y respeto, pues esto es algo que seguramente está causando sufrimiento a la persona en cuestión.

5. Satisfacción de las necesidades psicológicas básicas

Según la teoría de la autodeterminación de Richard Ryan y Edward Deci, la cual describe cómo las personas tienden a sentir una mayor motivación cuando tienen la posibilidad de orientar su conducta a aquello que les interesa, describe cómo las personas experimentan placer y disfrute cuando satisfacen las tres necesidades psicológicas básicas: autonomía (capacidad de tomar decisiones libremente), competencia (capacidad de ser eficaces en nuestras acciones) y relación social (capacidad de conectar con los demás).

Bajo este paradigma, de nuevo vemos como el placer y el disfrute son una buena brújula ya que, nos acerca a nuestro bienestar a corto y largo plazo.

6. Placer como estado de inmersión

Otra aproximación interesante es la de Mihály Csíkszentmihályi, quien define el placer como un estado de inmersión total en una actividad. Esta es una aportación muy interesante ya que describe, como las personas pueden llegar a conectar con un enorme placer al hacer aquello que les gusta y les llena. Lo interesante de esto es descubrir que podemos llegar sentir una gran satisfacción en aquellas ocupaciones que nos interesan de forma genuina, obteniendo una recompensa interna que no depende de factores externos.

Qué necesito resolver para volver a disfrutar

Como puedes ver, la conexión con el disfrute y el placer no solo son una señal de bienestar en sí mismo si no que, además, el propio placer y disfrute nos conducen a la autorregulación. Y si te planteas qué necesitas para volver a disfrutar, es importante que sepas los motivos que pueden estar explicando tu dificultad.

1. Depresión

Uno de los problemas psicológicos que más nos alejan del placer y el disfrute son aquellos que están relacionados con el estado de ánimo, y más concretamente, con el estado de ánimo depresivo. Para las personas con algún tipo de depresión, volver a disfrutar ni tan solo es una demanda ya que, realmente, sienten una profunda apatía y están muy desvitalizados. Esta situación les aleja del disfrute y poco a poco, va limitando su experiencia vital

2. Ansiedad y estrés

Si estás atravesando un proceso de ansiedad o estrés crónico, o estás de forma constante preocupado por algún área de tu vida, seguramente esto reduce tu capacidad e interés por el disfrute. En estas circunstancias, acumulamos cansancio, nos mostramos irritables y tenemos una mayor dificultad para conectar con las experiencias y las personas que nos rodean. Esto se hace especialmente notable en el ámbito sexual.

3. Creencias limitantes, culpa y vergüenza

Las creencias culturales, religiosas o tal vez familiares, pueden convertirse en una pesada losa que aleja a las personas del disfrute. Al haber recibido una educación normativa sobre el placer, el disfrute, etc. muchas personas interiorizan dichas ideas haciéndolas suyas y limitando enormemente su capacidad para conectar con el placer, incapacitando incluso a las personas a sentir las sensaciones corporales o rigidizando las estructuras musculares impidiendo así una experiencia fluida.

4. Baja autoestima o autoimagen

Otro aspecto que suele dificultad la capacidad de disfrute o la conexión con el placer es la baja autoestima o baja autoimagen. Sea cual sea el motivo de esta percepción de uno mismo o una misma, esto causa una profunda inseguridad en las personas que pasan por esto, traduciéndose en conductas evitativas o de aislamiento, que aún agravan más la experiencia vital de dichas personas, pudiendo traducirse en trastornos de ansiedad a posteriori.

5. Bloqueo o dificultad en la gestión emocional

Algunas personas adquieren un aprendizaje en la gestión emocional que les limita o les dificulta contactar con las emociones. Esta dificultad en el contacto con la experiencia emocional se convierte así mismo en una dificultad en el contacto con el placer o disfrute ya que estas experiencias van estrechamente ligadas con la experiencia emocional.

6. Problemas relacionales

Otro problema que puede estar dificultando nuestra capacidad para disfrutar es la dificultad en las relaciones personales. Nuestros patrones relacionales pueden estar impidiendo conectar con las personas: amigos o amigas, familia, pareja, etc. Y esto, a su vez, se estaría relacionando con la dificultad para compartir, hacer planes, disfrutar en grupo o incluso limitar nuestra capacidad de disfrute en pareja.

Las herramientas que aporta la psicología para volver a disfrutar

La psicología ofrece herramientas y enfoques psicoterapéuticos que permite a las personas volver a disfrutar, volver a conectar con placer y por tanto, poder tener una experiencia vital más plena y un mayor bienestar.

1. Terapia psicológica

El enfoque psicológico de la terapia conductual o cognitivo-conductual es una gran herramienta para resolver aquellos problemas derivados de cuadros de ansiedad o depresivos. Estos enfoques son eficaces y tienen una corta duración en el tiempo y permiten a las personas, poder disminuir los síntomas o conductas que estaban suponiendo un impedimento en la experiencia con el placer y disfrute.

2. Mindfulness

La práctica del mindfulness o conciencia plena se incorporan a los distintos enfoques terapéuticos, puesto que aportan muchos beneficios. Uno de los aspectos más destacables de la práctica del mindfulness es la capacidad que esta práctica nos aporta para poder estar frente aquello que sentimos o pensamos, sin juicio y de una forma menos reactiva.

Esta práctica nos permite por tanto, desarrollar una mayor capacidad para sostener emociones desagradables y por tanto, las respuestas de evitación o rumiación se disminuyen. Gracias a esto, nuestra resiliencia frente a experiencias adversa aumenta, y suele ser una práctica que tiene un gran impacto en personas que viven estrés crónico e incluso como un gran aliado de la terapia psicológica en cuadros de ansiedad.

Así mismo, el mindfulness nos permite bajar de la cabeza al cuerpo. Gracias a esto hacemos un mayor contacto con las sensaciones corporales, lo cual nos permite aumentar también nuestra capacidad de disfrute, incluso la propia respiración.

Si no has probado nunca el mindfulness o la meditación, puedes probar en este enlace en el cual te comparto una meditación grabada en Spotify orientada a obtener calma mental.

3. Psicoterapia corporal

Los enfoques psicoterapéuticos enfocados en el cuerpo, tienen como objetivo aumentar la conciencia corporal, facilitar la conexión con el cuerpo, facilitar la expresión corporal y en definitiva, devolver la vitalidad a un cuerpo olvidado, sometido y del que generalmente, estamos muy desconectados.

Este tipo de trabajo corporal nos ayuda a revitalizar el cuerpo, nos invita a sentir y nos guía en un proceso de autorregulación que además, nos permite acercarnos al placer. Esto sucede gracias a que, dicho trabajo corporal permite trabajar sobre las estructuras musculares, que en muchos casos están en tensión dispuestas a modo de coraza o defensa, lo cual nos impide conectar plenamente con el placer.

4. Terapia Gestalt

Como ya te he dicho en entradas anteriores, la Terapia Gestalt está enfocada a favorecer el desarrollo personal. Mediante la toma de conciencia en el aquí y ahora, vamos favoreciendo que la persona, poco a poco, vaya descubriendo dónde están sus dificultades, su ángulo ciego o sus partes enfrentadas.

En este proceso, la persona puede ir revisando aquellas creencias limitantes, aquello que hizo suyo y realmente no eligió durante las etapas de su desarrollo. Así mismo, se integra el cuerpo puesto que cuerpo, emoción y mente son vistos desde una totalidad.

Un trabajo interesante ante la dificultad con el placer en Terapia Gestalt es el que se aborda mediante el trabajo de polaridades. Cuando hablamos de polaridades nos referimos a una cualidad que puede experimentarse en un continuo por ejemplo «seco y empapado». Ambos hacen referencia a la posibilidad de ausencia o exceso de presencia de líquido.

En el proceso de Terapia Gestalt, las polaridades son constructos que nos permiten ver como las personas se posicionan en uno u otro extremo de una cualidad concreta y como eso limita la experiencia vital. Para algunas personas el placer puede ser opuesto al trabajo duro y esfuerzo, para otras, el placer sexual es impuro o incompatible con el amor romántico, etc. Mediante este prisma podemos ver cómo las personas limitan su experiencia vital en base a este sistema de creencias.

Todo esto va permitiendo al individuo acercarse a sus necesidades e ir haciendo ajustes creativos para tener una experiencia vital más plena y satisfactoria. Así pues, esta es una interesante forma de ayudar a personas que estén experimentando dificultades para disfrutar en las distintas facetas de la vida.

Conclusión

Cómo ves, el placer ha sido estudiado por ser una parte importante de la experiencia humana. El placer nos ayuda a regularnos, a conectar con otras personas y a encontrar aquellas experiencias que nos acercan al crecimiento y bienestar.

Si estás en un momento de tu vida en qué sientes que necesitas volver a disfrutar y volver a conectar con el placer, te animo a que te escuches, atiendas tu situación actual, y consideres si realmente necesitas ayuda con esto.

Si estás interesado o interesada en saber cómo puedo ayudarte gracias a las herramientas que me dan la Psicología y la Terapia Gestalt, no dudes en contactarme. Podemos tener una entrevista gratuita en la que valorar juntos la idoneidad de arrancar un proceso que te ayude en esto.

Te ofrezco 1 hora de mi tiempo para que analicemos en qué puedo ayudarte a sentirte mejor.

¡Puntúame!

Puntuación media 4.9 / 5. Votos: 77

¡Todavía no hay votos! Sé el primero en valorar el contenido.

Publicado por Iván
icono ivangalvezgonzalez
Soy Iván Gálvez, psicólogo y terapeuta Gestalt y te ofrezco mi acompañamiento en tu proceso de crecimiento personal. Te brindo mis servicios con el propósito de ayudarte a vivir con mayor plenitud y satisfacción, desde el compromiso con la honestidad y el respeto.
Deja tu comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *