Crisis vital como oportunidad de cambio y 7 claves para superarla

En algún momento de nuestras vidas, todos enfrentamos una crisis vital que afecta nuestro bienestar psicológico y emocional. Las crisis personales, sean provocadas por cambios abruptos, pérdidas significativas o un profundo descontento interno, pueden desestabilizarnos emocionalmente y afectar a nuestra calidad de vida.

En este artículo quiero explicarte como la psicología y la Terapia Gestalt ofrecen herramientas valiosas no solo para sobrevivir a estas crisis sino también para transformarlas en oportunidades de cambio, crecimiento personal y autoconocimiento.

Te hablaré también de mi experiencia vital, y de como la Psicología, la Terapia Gestalt y algunas prácticas, como la meditación y mindfulness, me ayudaron en momentos de gran dificultad y complejidad. Superar estas experiencias vitales me llevaron a comprender profundamente el impacto de una crisis vital y me animaron a profundizar en este fenómeno para ayudar a otras personas.

La aparición de la crisis vital

La crisis vital puede irrumpir en nuestra vida de muchas maneras. Puede darse tras un duelo de un familiar, tras un despido o por la falta de sentido de vida que podemos experimentar en ciertos momentos.

Al atravesar una crisis vital, podemos afrontar emociones intensas, sensación de estar perdidos, de pérdida de sentido, enfado, e incluso puede ser que la vivencia sea tan intensa que nos impida vivir nuestro cotidiano de forma satisfactoria. Sin duda se trata de una vivencia que afecta nuestro bienestar emocional y psicológico.

A veces, lo más complicado de todo es que, a pesar de estar atravesando esta crisis, no tenemos oportunidad de parar y encontramos una gran dificultad para dar espacio y atender lo que nos está pasando. Son momentos en los que atendemos por fuerza a nuestras obligaciones mientras que en paralelo, sentimos ese pesar, esa angustia o preocupación. Son momentos en los que perdemos incluso el sentido de seguir adelante, y donde las fuerzas nos pueden fallar.

En ocasiones, es tal la demanda del exterior, bien sea por asuntos de trabajo o familiares, que ni si quiera nos damos cuenta que estamos en crisis, hasta que de pronto, un día, así de la nada, emerge del fondo y se hace figura el gran tema que tenía delante y que no estaba pudiendo o queriendo ver.

Qué es una crisis vital

Las crisis emocionales son situaciones en las que algo irrumpe en nuestras vidas, afectando una o varias áreas, y que requiere de un proceso de adaptación y transformación, puesto que el impacto que generan afectan a nuestra salud emocional y psicológica. Y debido a que existen diversas formas de crisis personal, a continuación te detallo algunos ejemplos:

1. Crisis emocionales

Las crisis emocionales son aquellas que se producen cuando vivimos un evento que causa una intensa respuesta emocional. Podríamos estar hablando de situaciones de pérdida como una separación, un divorcio, la muerte de un familiar o incluso una fuerte vivencia de culpa tras haber cometido alguna acción que genere mucho arrepentimiento.

Este tipo de crisis vital requiere de un periodo de tránsito ya que, las emociones intensas requieren ser procesadas. Pueden ser momentos incómodos y de mucho malestar emocional y psicológico. Lógicamente, esta vivencia emocional no será igual en cada persona ni en cada momento vital.

2. Crisis laborales

El ámbito laboral también puede llegar a causarnos mucho malestar psicológico y emocional. Hay que entender que el trabajo tiene un fuerte componente identitario en nuestra sociedad. Así mismo, por lo general, el trabajo ocupa una gran parte de las personas en su edad adulta. Es por eso, que situaciones como el desempleo, la vivencia de estrés laboral o una situación de tensión con compañeros o compañeras de trabajo, pueden desencadenar una crisis vital importante. Y esto, a su vez, también puede afectar a nuestra autoestima, ya que, como te dije, en nuestra sociedad tendemos a identificarnos mucho con nuestro puesto de trabajo.

Además, hay momentos de la vida en los que el trabajo puede convertirse en una vía para la realización personal ya que, existe el anhelo hacia la realización o consecución de metas laborales. Estas metas o este anhelo de realización en ocasiones se ven frustradas, ocasionando también una vivencia de crisis vital.

3. Crisis financieras

Atravesar una crisis financiera también puede traducirse en una crisis vital, y puede afectar a varios ámbitos de la experiencia vital. Estas situaciones pueden desencadenarse por muchos motivos, bien sean laborales o relacionados con un contexto económico determinado, y pueden suponer un cambio importante en nuestro estilo y calidad de vida, en el que nos podemos ver obligados a renunciar ante muchos aspectos.

Las limitaciones de esta situación fácilmente puede convertirse en una situación de crisis vital, especialmente en la sociedad de consumo que vivimos. En este tipo de crisis vital, va a haber un periodo de adaptación que nos puede causar mucho estrés y sufrimiento psicológico.

4. Crisis de salud

Los problemas de salud también puede provocar una crisis vital en las personas ya que, afrontamos una situación de cambio que puede ser profunda debido a las limitaciones de la propia afección, que pueden ser permanentes o pasajeras, pero que pueden afectar a nuestra calidad de vida y nuestro bienestar emocional.

Ante estas situaciones, emergen nuevas necesidades. Es posible que ante el contacto con la experiencia de vulnerabilidad aparezca la necesidad de contacto con otras personas. En otros casos, esta crisis vital puede llevarnos a una necesidad de aislamiento para contactar con la tristeza o el duelo ante aquello que se ha perdido.

Emergen emociones de rabia, tristeza, frustración, aunque también es posible que puedan aparecer estados expandidos o experiencias cumbre, de conciencia en los que la persona tenga necesidad de contacto con su parte más espiritual

5. Crisis existenciales

Las crisis existenciales son situaciones de crisis vital en las que la persona encara una situación de pérdida de sentido vital generalizada. Esta vivencia puede darse en ciertos momentos vitales en los que nuestras prioridades cambian y en los que, emergen necesidades profundas de cambio o de pérdida de sentido.

Las crisis existenciales pueden afectar a muchas áreas como la laboral, la familiar o incluso la espiritual. En algunas personas esta vivencia puede aparecer al tomar conciencia que no han hecho nada «relevante» con sus vidas. En todo caso, estas vivencias requieren de un tiempo de caída, del contacto con el no saber. Son vivencias parecidas a la travesía del desierto, donde se requiere de cierta fuerza y entereza para permanecer en pie y seguir adelante aún sin saber dónde se quiere ir.

6. Crisis relacionales

Enfrentar una crisis emocional puede convertirse en una crisis vital, impactando profundamente el bienestar mental y afectivo de una persona. Este tipo de crisis puede desencadenarse por diversos factores, como la pérdida de un ser querido, el fin de una relación significativa, o la acumulación de estrés y presión emocional. Durante una crisis emocional, las personas pueden experimentar sentimientos intensos de tristeza, ansiedad, desesperación o confusión.

El manejo de una crisis emocional requiere un periodo de adaptación en el que se busca recuperar el equilibrio emocional. Este proceso puede ser extremadamente desafiante y doloroso, ya que implica confrontar y procesar emociones intensas. La capacidad de la persona para manejar el estrés y encontrar mecanismos de apoyo adecuados es crucial para superar esta crisis vital, que puede afectar su capacidad para funcionar en la vida diaria y su sentido general de bienestar.

7. Crisis de identidad

Atravesar una crisis de identidad puede convertirse en una crisis vital, ya que afecta profundamente la percepción de uno mismo y su lugar en el mundo. Esta crisis puede surgir en cualquier etapa de la vida, pero es común durante la adolescencia, la mediana edad o ante cambios significativos en la vida, como el retiro o el cambio de carrera. Cuando la persona comienza a cuestionar quién es realmente y cuáles son sus valores y objetivos, puede experimentar una sensación de vacío y confusión.

Enfrentar una crisis de identidad puede llevar a una profunda reflexión interna y a una búsqueda de autenticidad, lo cual, aunque doloroso, puede resultar en un crecimiento personal significativo. Sin embargo, el proceso de reconstrucción de la identidad puede ser estresante y emocionalmente desafiante, convirtiéndose en una crisis vital que requiere tiempo y apoyo para superarse.

8. Crisis traumáticas

Sufrir una crisis traumática es una experiencia de crisis vital que puede tener consecuencias duraderas en la vida de una persona. Este tipo de crisis es el resultado de eventos extremadamente estresantes o aterradores, como accidentes graves, desastres naturales, agresiones o pérdidas importantes. El trauma puede afectar profundamente el bienestar emocional y mental, y provocar síntomas como ansiedad, depresión y estrés postraumático.

La recuperación de una crisis traumática es un proceso complejo y personal que requiere tiempo, apoyo emocional y, en muchos casos, intervención de un psicólogo. Durante este proceso, la persona puede sentir que su vida se ha desmoronado y que su sentido de seguridad y control se ha visto severamente comprometido, afectando su bienestar emocional y haciendo de esta experiencia una auténtica crisis vital.

9. Crisis de transición

Enfrentar una crisis de transición es otra forma de crisis vital, que ocurre cuando una persona atraviesa cambios significativos en su vida, como el matrimonio, el divorcio, el nacimiento de un hijo, o la jubilación. Estos eventos pueden alterar profundamente la rutina y el sentido de estabilidad, llevando a una revaluación de metas y roles.

Las crisis de transición implican adaptarse a nuevas circunstancias y, aunque pueden ser oportunidades de crecimiento, también pueden generar mucho estrés y ansiedad. La incertidumbre sobre el futuro y la necesidad de redefinir la propia identidad y propósito pueden convertir estos periodos en crisis vitales, que requieren tiempo y apoyo para ser navegados exitosamente.

10. Crisis espirituales

Una crisis espiritual es una experiencia de crisis vital que afecta la percepción y conexión de una persona con lo trascendental o lo sagrado. Esta crisis puede surgir de la pérdida de fe, dudas profundas sobre las creencias religiosas, o un sentimiento de desconexión con el universo. Las personas pueden sentirse perdidas y sin propósito, cuestionando el sentido de la vida y su lugar en el mundo.

Superar una crisis espiritual implica una búsqueda profunda de significado y propósito, y puede llevar a un redescubrimiento de la fe o la espiritualidad en nuevas formas. Sin embargo, el proceso puede ser emocionalmente agotador y confuso, haciendo de esta experiencia una auténtica crisis vital que puede requerir guía espiritual y apoyo emocional para ser resuelta.

Mi vivencia de crisis vital

Ahora te quiero hablar acerca de alguna de las situaciones que me llevaron a vivir una crisis vital. Estas vivencias han sido muy importantes para mi por lo que significaron y por el aprendizaje que dejaron. Sin duda creo que fueron experiencias transformadoras a pesar del sufrimiento y malestar que me causaron en su momento.

A la edad de 26 años afronté una situación compleja en la que se dio fin a una relación en pareja, perdí mi trabajo y me vi en una situación financiera muy compleja.

Aquella ruptura fue dolorosa pues, no solo había sido la relación más relevante que había tenido hasta el momento sino que además, descubrí partes de mi que no conocía y que me dificultaban estar bien en pareja. Realmente fue doloroso, y es por eso que decidí pasar un tiempo de luto para atender a todo aquello que estaba emergiendo. Lógicamente, en el momento solo sentía dolor, pero con el tiempo, esto me ayudó a descubrir que había aspectos míos a trabajar antes de poder estar bien en pareja.

Esta situación se vio agravada por la pérdida de trabajo, y justo en el momento que nos habíamos hipotecado. La vivencia en aquel momento era la de haber dado un paso el falso que desmoronó mi estabilidad económica. Me tocó buscarme la vida, trabajar en lo que podía y lo que me iba saliendo, y ajustarme mucho el cinturón. La situación se complicó hasta el punto que me vi obligado a salir del país, concretamente al Reino Unido, para poder tener un trabajo.

Fueron tiempos de mucha dificultad, de mucha frustración, de verlo todo negro, muy negro. Sin embargo, esta caída me aportó mucho con el paso de los años. Aprendí un idioma, descubrí que era mucho más capaz de lo que pensaba, y acumulé experiencias que me hicieron crecer.

Todas estas experiencias de contacto con la pérdida, el pesimismo, el no saber, la pérdida de rumbo, la tristeza, etc. se convirtieron en material muy rico para profundizar en mi, para entenderme, para conocerme. Y sin duda no sería lo que soy a día de hoy, si no hubiera pasado por todo esto. Y aunque fueron momentos de mucha angustia, agradezco enormemente haberlo vivido así.

El apoyo psicológico en una crisis vital

El apoyo psicológico es fundamental durante una crisis vital, ya que proporciona un espacio seguro para expresar y procesar emociones intensas. El psicólogo está capacitado para ayudar a las personas a entender y enfrentar sus experiencias, ofreciéndoles herramientas y estrategias para manejar el estrés y la ansiedad.

Además, el apoyo psicológico puede facilitar el desarrollo de resiliencia, ayudando a las personas a adaptarse y encontrar sentido en medio de la adversidad. Este tipo de apoyo es crucial para prevenir problemas de salud mental a largo plazo y para promover una recuperación más rápida y efectiva.

La terapia Gestalt ante una crisis vital

La Terapia Gestalt puede ser especialmente útil durante una crisis vital al enfocarse en el aquí y ahora, ayudando a las personas a tomar conciencia de sus pensamientos, emociones y comportamientos en el momento presente. Esta terapia fomenta la autoaceptación y la responsabilidad personal, permitiendo a los individuos explorar y entender sus necesidades y deseos auténticos. Esto se vuelve especialmente importante ya que, las experiencias de crisis vital nos llevan a nuevos escenarios en los que no es tan fácil identificar nuestras necesidades genuinas.

Así mismo, a través de técnicas como la dramatización y el diálogo interno, la terapia Gestalt ayuda a las personas a resolver conflictos internos, facilitando una mayor integración de sus experiencias y promoviendo un sentido de coherencia y bienestar. Este enfoque puede ser particularmente poderoso para transformar una crisis vital en una oportunidad de crecimiento personal.

Cómo afrontar una crisis vital

Como te dije anteriormente, atravesar una crisis vital es algo casi inevitable. Todas las personas atravesamos de una forma u otra, una crisis vital en algún momento, y es por eso, que es importante saber reconocerlo para poderse cuidar en ello. Por ese motivo, te doy a continuación, algunas claves para atravesar este tipo de situaciones.

#1 Busca apoyo emocional

Cuando estés en una situación de crisis vital, es muy probable que sientas la necesidad de estar acompañado o acompañada, de explicar cómo te sientes o incluso de sentir ese apoyo de amigos, amigas o familiares. Así mismo, también es probable que necesites el acompañamiento de un psicólogo o terapeuta que pueda abrirte un espacio de atención y apoyo ara atravesar esta situación.

#2 Practicar el autocuidado

Atravesar una crisis vital hace que emerja la necesidad de cuidarte de una forma especial. Aprender a escucharse, a atender aquello que va emergiendo y buscar esas estrategias de autocuidado que nos hagan sentir bien es muy importante. Lógicamente, no existe una fórmula mágica ya que, cada persona y cada experiencia es única y singular. Para algunas personas, el autocuidado puede estar en buscar momentos de descanso, practicar ejercicio, cantar, practicar la meditación, etc.

#3 Encuentra una práctica expresiva

Cuando atravesamos una situación de crisis vital, sea del tipo que sea, es muy probable que en nuestro día a día aparezcan paisajes emocionales intensos y cambiantes. Esta vivencia emocional tan intensa, hace que por momentos sintamos una gran incomodidad, angustia o aversión, y no siempre tenemos alguien a nuestro alcance con quien hablar y desahogarnos. Es por eso que yo siempre recomiendo que tengas una libreta o cuaderno a mano donde poder escribir acerca de cómo te sientes.

Busca un espacio tranquilo y seguro, y permítete escribir acerca de como te estás sintiendo. Esto de por sí ya puede ser un alivio. Así mismo, es posible que descubras también nuevos aspectos acerca de esta situación de crisis vital que estás atravesando.

#4 Acepta tus emociones

Como te explico en el punto anterior, la vivencia de crisis vital nos puede llevar a una experiencia emocional volátil, con muchos altos y bajos, en los que aparecen emociones intensas con las que nos cuesta estar en paz.

Aceptar nuestras emociones, sean cuales sean, y poder estar ante ellas tal y como son, entendiendo que no hay emociones buenas o malas, y que dichas emociones emergen sin que nosotros lo elijamos, es un paso importante en un momento de crisis vital.

#5 Practica la gratitud

Cuando atravesamos una experiencia de crisis vital, puede parecer que nada tiene sentido, que todo es de color de negro, y esto puede llevarnos a paisajes emocionales pesados. Saber permanecer en contacto con lo que nos está pasando, sin querer escapar de ello, es importante. Sin embargo, en ciertos momentos conviene encontrar algo de alivio, y aquí es donde la práctica meditativa de la gratitud puede aportarnos mucho.

#6 Encuentra formas de autoapoyo

Cuando hablamos de autoapoyo, nos referimos a la capacidad de una persona de desarrollar estrategias que le permitan relajarse, encontrar paz emocional o sostenerse frente a una situación de incertidumbre o en este caso, de crisis vital. Hay muchas formas de autoapoyo, pero todas tienen algo en común: el desarrollo de la capacidad frente aquello que nos está pasando de forma autónoma.

#7 Acude a un psicólogo o terapeuta

Es posible que si estás atravesando una situación de crisis vital, encuentres que la situación te supera o que no tienes recursos suficientes para afrontarlo. En este caso, mi recomendación es que acudas a un profesional que pueda acompañarte en el proceso, y que te dejes sostener. Aquí te hablaré de mi experiencia pues, acudí en varias ocasiones a un profesional en situaciones similares y es algo de lo que siento profundamente agradecido.

La crisis vital y transformación personal

Aunque las crisis vitales son momentos de gran dificultad y dolor, también pueden ser oportunidades significativas para la transformación personal. Durante una crisis vital, las personas se ven obligadas a cuestionar y reevaluar sus vidas, valores y metas. Este proceso puede llevar a un mayor autoconocimiento y a un redescubrimiento de lo que realmente importa.

Las crisis vitales pueden catalizar cambios positivos, como desarrollar nuevas habilidades, establecer relaciones más saludables y encontrar un propósito más profundo. Al enfrentar y superar una crisis, las personas a menudo emergen más fuertes, resilientes y con una nueva perspectiva sobre la vida.

Bienestar emocional ante una crisis personal

Mantener el bienestar emocional durante una crisis vital es crucial para poder enfrentar los desafíos con claridad y fortaleza. Es importante practicar el autocuidado, asegurándose de dormir bien, comer de manera saludable y realizar actividades físicas regularmente. Mantener conexiones sociales también es vital, ya que el apoyo de seres queridos puede proporcionar consuelo y perspectiva.

Además, establecer límites claros y permitirse tiempo para descansar y recuperarse es esencial para prevenir el agotamiento. Desarrollar una actitud de aceptación y gratitud, y buscar ayuda profesional cuando sea necesario, puede hacer una gran diferencia en cómo se maneja y supera una crisis vital, asegurando que la persona no solo sobreviva, sino que también prospere.

Te ofrezco 1 hora de mi tiempo para que analicemos en qué puedo ayudarte a sentirte mejor.

¡Puntúame!

Puntuación media 5 / 5. Votos: 1

¡Todavía no hay votos! Sé el primero en valorar el contenido.

Publicado por Iván
icono ivangalvezgonzalez
Soy Iván Gálvez, psicólogo y terapeuta Gestalt y te ofrezco mi acompañamiento en tu proceso de crecimiento personal. Te brindo mis servicios con el propósito de ayudarte a vivir con mayor plenitud y satisfacción, desde el compromiso con la honestidad y el respeto.
Deja tu comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *