Qué es Inteligencia Emocional y Cómo Influye en el Trabajo

La inteligencia emocional es uno de esos términos en auge en la psicología. Sin embargo, es un concepto que merece la pena entender de forma adecuada para que pueda jugar a nuestro favor. En ocasiones, cuando hablamos de inteligencia emocional, me parece que estamos queriendo limitar las emociones en el territorio de lo mental.

No es que crea que lo emocional y lo mental no deban encontrarse, quizá lo que me preocupa es que vivimos en una sociedad que da poco espacio a lo emocional y donde lo mental impera. Y si nuestra manera de manejar las emociones es a través de lo mental, de nuevo, le estamos dejando poco espacio a esas emociones.

Así que quisiera partir de esta reflexión para ver qué sentido tiene eso de la inteligencia emocional, y cómo podemos aprender a manejarnos con nuestras emociones para poder tener una experiencia vital más satisfactoria.

En definitiva, que la inteligencia emocional está en boca de muchos está claro, ahora bien ¡vamos a ver qué puedo aportarte en esto!

Qué es la inteligencia emocional y para qué sirve

En mi anterior artículo sobre el desarrollo de la inteligencia personal, te explicaba el origen de este concepto. Sin embargo, déjame que te lo explique brevemente. La inteligencia emocional es la capacidad de percibir, asimilar y regular las emociones propias así como las de los demás, lo cual nos permite orientar nuestros pensamientos y comportamientos de forma más satisfactoria.

Según Daniel Goleman la inteligencia emocional se relaciona con las siguientes competencias: la autorregulación emocional, la motivación, la empatía y las habilidades sociales. En todo caso merece la pena destacar que, la inteligencia emocional no tiene nada que ver con suprimir las emociones ni tampoco tiene nada que ver con disminuir las “emociones negativas” o apartarlas cuando estas nos incomodan.

Y aquí, si quieres saber más acerca de las características de la inteligencia emocional, te invito que vayas a mi anterior entrada en del blog donde te hablo de ella.

Las emociones no son negativas ni positivas. Las emociones tienen una función adaptativa, es decir, cada una de las emociones aparece para que el organismo pueda regularse ante una situación concreta. Evidentemente, existen emociones agradables y desagradables, así como hay emociones que nos llevan a la activación y otras que nos llevan a la desactivación o desvitalización.

Y aquí viene el lío para muchas personas fruto de la visión idealizada de vida en la que, se supone que debemos estar siempre bien y activos. Y quizá para muchos esto es una aspiración, pero déjame decirte que es una aspiración que atenta contra tu propia naturaleza.

Porque no siempre estamos bien. No siempre nos hace bien estar activos. A veces necesitamos parar, a veces necesitamos estar tristes, o enfadados. Las emociones tienen una función y somos seres cíclicos sumidos en una existencia cambiante y repleta de circunstancias que pueden llegar a ser muy complejas.

En definitiva, la inteligencia emocional es ser capaz de reconocer esto, que los procesos emocionales en ocasiones son complejos, que hoy podemos estar felices y sentirnos vitales, pero que por lo que sea, mañana eso podría cambiar.

Y que igual yo tengo mis procesos emocionales, las demás personas también tienen los propios. Y que al reconocerlos, al darles espacio, al respetarlos, nos estamos cuidando y estamos atendiendo a lo que se está dando en el momento presente.

La importancia de la inteligencia emocional en el trabajo

En el ámbito laboral, así como en cualquier ámbito de la vida, debemos saber que nuestras emociones influyen en nuestro proceso de razonamiento y en la toma de decisiones. Ahora bien ¿En qué medida las emociones nos están ayudando o limitando en la toma de decisiones?

Existen muchos momentos en los que un proceso emocional puede incomodarte durante tu jornada laboral. Pongamos, por ejemplo, cuando traes de casa un proceso emocional de enfado, de frustración o de tristeza. Llegas a tu puesto de trabajo con lo que te está pasando. La tristeza te hará estar de una manera frente al trabajo, que no será lo mismo que cuando estés alegre o enfadado.

Otra posibilidad es que durante el trabajo, y fruto del desempeño del mismo, se de alguna situación que desencadene un proceso emocional determinado. Es posible que de pronto sientas miedo por haber cometido un error, o puede ser que te invada la rabia porque un compañero, o un cliente, o tu superior, hayan hecho algo que te moleste y que te complique la jornada.

Ser capaz de desarrollar tu inteligencia emocional te va a permitir en primer lugar, a saber cuidarte y estar mejor con aquello que te está pasando. Al atender nuestras emociones y darles lugar, empezamos a tratarnos de forma respetuosa y eso hace que podamos estar mejor con aquello que nos pase. Así mismo, al responsabilizarnos con lo que sentimos, tenemos la oportunidad de estar en coherencia con lo que nos está pasando.

Por otro lado, la inteligencia emocional nos va a permitir leer mejor las situaciones. Al entender dónde estamos emocionalmente y al entender dónde están nuestros compañeros, sabremos adaptarnos mejor a las situaciones, y esto se vuelve especialmente importante en situaciones de tensión, de nerviosismo, de estrés o de conflicto.

Hay que tener en cuenta que el desempeño de ciertos puestos de trabajo implica vivencias intensas, exigentes e incluso duras emocionalmente. En ocasiones la jornada de trabajo se convierte en una tsunami emocional que nos puede llevar a escenarios complejos, y por ese motivo, cuanto mejor nos sepamos regular, mejor vamos a poder surfear la ola.

Lógicamente, cada persona tiene sus dificultades y cada persona las afronta desde su particularidad. Por ese motivo, hacer un trabajo de crecimiento personal como el que se lleva a cabo en la Terapia Gestalt, permite a la persona disponer de herramientas que le ayuden a vivir de forma más satisfactoria en este sentido.

Cómo medir tu nivel de inteligencia emocional en el trabajo

Como ya habrás oído seguramente, la inteligencia emocional es clave en el desarrollo laboral, y me refiero a esto en su sentido más amplio. El desarrollo de la inteligencia emocional te permitirá mejores relaciones personales en el trabajo así cómo te permitirá una mayor autorregulación emocional. Podrás relacionarte de forma más satisfactoria y esto hará que puedas buscar tu lugar y tu meta laboral con menos dificultades.

Para mi, el desarrollo de la inteligencia emocional es algo que merece la pena siempre. Ahora bien, existen momentos en los que te recomiendo especialmente que te pongas a ello. Algunos ejemplos de situación o casuística que podría ser señal de “alerta” son los siguientes:

• Las relaciones con tus compañeros, clientes, proveedores, etc. te resultan conflictivas y ves que no puedes manejarte en ellas de forma satisfactoria.
• Te cuesta poner límites a las exigencias de tus compañeros o superiores y esto te lleva a trabajar más de la cuenta llevando a cabo incluso las tareas que no deberían estar bajo tu responsabilidad.
• Te abrumas emocionalmente cuando cometes errores y esto te lleva a situaciones de sufrimiento y preocupación excesiva.
• Tienes reacciones de ira o enfado con tus compañeros o subordinados y sientes que te cuesta manejarte con esto.

Estos son solo algunos ejemplos, por descontado, pueden haber infinidad de situaciones que puedan requerir el desarrollo de ciertas habilidades relacionadas con la inteligencia emocional para aprender a afrontarlas de forma más satisfactoria.

Cómo aplicar y potenciar la inteligencia emocional en el trabajo

Las emociones aparecen de forma constante, una detrás de otra, inevitablemente. Y mi consejo es que no trates de suprimirlas, eso no te hará bien. Entonces ¿De qué manera se “gestionan las emociones”?

#1 Observa tus emociones

En primer lugar te diría que la mejor manera de “gestionar tus emociones” es observarlas. Te recomiendo que observes tus procesos emocionales, si, algo tan sencillo como eso. Observa tus emociones. Trata de atender a las sensaciones que se dan en tu cuerpo mientras sientes enfado, alegría, miedo, etc.

#2 Respira

En segundo lugar te recomiendo algo muy sencillo: respira. Y esto es importante. En ocasiones, cuando sentimos algo que nos incomoda, la manera que tenemos de bloquearlo es precisamente bloquear la respiración Aquí mi consejo es que trates de estar atento a esto y que aprendas a poner conciencia a tu respiración. Al respirar de forma fluida, permitirás también que las emociones fluyan libremente.

#3 Afina y siente lo más sutil

A medida que vayas avanzando en esto, algo muy útil también es tratar de afinar y sentir lo más sutil, sobre todo, justo antes de lanzarte a una acción o reacción emocional. Esto es un poco más complejo que lo anterior, y en ocasiones cuesta, pero si lo pones en práctica se te abrirá un abanico de posibilidades.

Y el sentido de esto es que, los procesos emocionales tienen varias capas. Las emociones provocan reacciones en forma de pensamiento y acción y a su vez, estas alimentan estas u otras emociones. De modo que, cuando sientes una emoción como por ejemplo el enfado, es posible que en el fondo haya también una emoción como la tristeza. Y quizá, la tristeza sea lo que más te cueste atender. Descubrir esto te permite explorar y atender esta emoción de base y quien sabe, quizá te libere de ciertas reacciones emocionales de ira o enfado.

#4 Observa que somos seres cíclicos

Otro aspecto a observar y reconocer para ir mejorando la “gestión de las emociones” es el observar que somos seres cíclicos. Pasamos por ciclos emocionales y estos nos llevan a distintos paisajes. Y en función de este paisaje, nuestra manera de relacionarnos, de trabajar y en general de funcionar, cambia. Al ver esto, podrás adaptar aquello que decides hacer en base al proceso emocional que estás viviendo.

#5 Terapia Gestalt y el Mindfulness

Así mismo, para mi, existen dos herramientas que pueden ayudarte en esto de la gestión emocional, y estas son: la Terapia Gestalt y el Mindfulness. Lógicamente existen muchas otras alternativas, pero te hablo de estas porque son las que yo he probado y las que me han ayudado a regularme mejor a nivel emocional.

Y como ves, esto no se trata de suprimir las emociones. Y para que lo entiendas mejor, te voy a poner un ejemplo de inteligencia emocional que creo puede aportarte algo de luz al asunto.

Cómo usar mejor la inteligencia emocional en el liderazgo

Existen muchas formas de liderazgo. En estas líneas quisiera hablarte acerca de la posibilidad del liderazgo haciendo uso de la inteligencia emocional. Las personas que ocupan puestos de liderazgo en el ámbito laboral, tienen la posibilidad de facilitar la experiencia laboral de otras personas. Al liderar haciendo uso de la inteligencia emocional, podemos influenciar en las demás personas del equipo
ayudándolas a fomentar su regulación emocional.

Bajo mi punto de vista, liderar un equipo requiere entender los procesos emocionales de las personas que lo conforman. Esto no siempre es sencillo pues, los paisajes emocionales son complejos y cada persona lo vive a su manera.

Esto requiere atención, curiosidad y comprensión. Al esforzarnos en entender y acompañar a las personas que forman el equipo, estas se sienten comprendidas, aliviadas en ciertas situaciones y seguramente agradecidas e implicadas.

Por otro lado, al tomar responsabilidad y hacerse cargo de los propios estados emocionales, esto facilita la autorregulación. Aprendemos a mejorar nuestra manera de gestionar las propias emociones, nos damos cuenta de lo propio y por tanto, dejamos de pagar el pato con las personas que tenemos cerca.

Esto nos ayuda a estar bien con las personas que nos rodean y además, esto puede llegar a servir de ejemplo en nuestro entorno, y a medida que las personas que forman el equipo se regulan mejor, el equipo hace lo propio.

Beneficios de la inteligencia emocional para trabajadores y empresa

El desarrollo de la inteligencia emocional en el trabajo tiene un impacto enorme. Esto podría requerir un apartado especial ya que te aseguro que son muchas las ventajas. Por ahora, déjame que te enumere las que creo pueden ser más destacables:

#1 Comunicación más efectiva

Al reconocer las propias emociones y hacernos responsables de ellas, aprendemos a comunicarnos en consecuencia. Esto nos ayuda a ser más asertivos y claros en lo que queremos comunicar. De igual manera, reconocer las emociones de las personas con las que interactuamos, también nos ayuda a adecuar nuestro estilo comunicativo. Esto aplica tanto en una entrevista de trabajo como en una reunión importante, en una negociación o en una conversación delicada con un subordinado o superior.

#2 Reducción de estrés y ansiedad en el puesto de trabajo

El desarrollo de la inteligencia emocional nos ayuda tanto a reducir los niveles de ansiedad y estrés propios como ajenos. Aprendemos a regularse mejor y por tanto, aprendemos a bajar esos niveles de ansiedad y estrés.

Así mismo, al reconocer y respetar los procesos emocionales de los compañeros y compañeras, aprendemos a comunicarnos y relacionarnos teniéndolos en cuenta y ayudando a que estos y estas puedan también estar bien.

#3 Mayor confianza entre las personas que forman el equipo

Al gestionar nuestras emociones de una mejor manera y respetar las emociones de los demás, creamos vínculos de mayor confianza. Nos sentimos en un lugar seguro, rodeados de personas que nos respetan y a las que respetamos.

#4 Incremento de la autoestima entre los trabajadores

Al tener en cuenta las personas y sus procesos emocionales, aprendemos a respetar mejor sus ritmos o sus momentos de mayor agitación o estrés. Aprendemos a regular nuestras demandas así como también a comunicarnos de forma más asertiva. Así mismo, al poner atención a los propios procesos internos, aprendemos a ponernos en mayor valor y a no hacer que nuestra propia valoración no sea tan dependiente de los demás.

#5 Retención del talento

Las personas que trabajan en un equipo donde hay respeto, comprensión, buena comunicación, valoración y asertividad se sienten valoradas, queridas, vistas y esto refuerza la filiación con el equipo y el proyecto. Esto definitivamente se traduce en una mayor retención del talento.

Cómo puede ayudarte la psicoterapia en la gestión emocional

El proceso de Terapia Gestalt individual tiene un gran impacto en el desarrollo de la inteligencia emocional y por tanto, la gestión emocional. En primer lugar, la Terapia Gestalt te ayuda a contactar con tus procesos psicoemocionales. Esto puede parecer sencillo, pero estamos tan acostumbrados a escapar de nosotros mismos que contacta con lo que nos pasa requiere de mucha paciencia y de práctica.

El Terapeuta Gestalt te acompañará al contacto contigo mismo o contigo misma desde el despertar de las sensaciones corporales. No olvides que las emociones suceden en el cuerpo y que estas desatan infinidad de sensaciones, algunas sutiles, otras bloqueadas de forma automática por nuestras dinámicas. En todo caso, el trabajo holístico permite ir atendiendo a estos procesos y a desarrollar esta presencia y atención.

El proceso te permitirá ir tomando conciencia en ese sin fin de “darse cuenta” y poco a poco irás ampliando tu mirada a tus procesos. Esto te permitirá ir atendiendo ciertos asuntos inconclusos que te dejan de alguna forma anclada a respuestas ante situaciones pasadas.

Así mismo, la toma de conciencia se acompaña con una actitud de toma de responsabilidad que te ayudará a introducir los cambios que vayas sintiendo necesarios en cada momento. En definitiva, contactarás mejor con tus procesos emocionales y esto te permitirá hacerte responsable. Y la forma en que esto te puede ayudar en el ámbito laboral dependerá mucho de tu situación.

Conclusión: La inteligencia emocional tiene un gran impacto en tu desarrollo profesional

Como ves, el desarrollo de la inteligencia emocional tiene un gran impacto en tu bienestar y en tu desarrollo profesional. Y no solo eso. Al tomarte en cuenta, al tomar en cuenta a las personas que te rodean, favorecerás también el bienestar de otras personas.

Si el tema te interesa, te invito además a este episodio de mi podcast donde hablo de un concepto que quise acotar como plenitud laboral.

Espero que esta publicación te aporte luz en el asunto y recuerda, si estás planteándote empezar un proceso de Terapia y tienes dudas, puedes ponerte en contacto conmigo y podemos concretar una primera sesión gratuita en la cual puedo aclararte las dudas.