Cómo Desarrollar la Inteligencia Emocional con la Terapia Gestalt, 6 principios

Nuestras emociones irrumpen en nuestro día a día, llevándonos de un paisaje interior al otro mientras transitamos nuestra vida cotidiana. Este rico paisaje emocional influye en nuestro diálogo interno, es decir, en nuestros pensamientos. A su vez, nuestros pensamientos y emociones se entrelazan y moldean nuestro repertorio de conductas.

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A menudo, nuestras emociones se desatan sin previo aviso, superando nuestra voluntad y llevándonos a un lugar de vulnerabilidad o pérdida de control. Cuando la tristeza o la rabia hacen su aparición, nuestros
pensamientos adquieren un tono difícil de manejar, lo cual puede generar un sufrimiento profundo.

Es precisamente por esta razón que el trabajo en el campo de la inteligencia emocional, a través de enfoques terapéuticos como la Terapia Gestalt y la Psicología, puede dar lugar a una transformación profunda. Y es precisamente sobre este tema que deseo hablar hoy.

Qué es la inteligencia emocional

El concepto de «inteligencia emocional» fue introducido por primera vez por los psicólogos Peter Salovey y John D. Mayer en la década de 1990. Ellos acuñaron el término y desarrollaron la teoría de la inteligencia emocional como la habilidad para percibir, entender, manejar y utilizar las emociones de manera efectiva.

La inteligencia emocional, según Mayer, se define como la habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular nuestras propias emociones y las de los demás, fomentando así un crecimiento emocional e intelectual. Esta capacidad nos permite utilizar esta información para orientar nuestros pensamientos y comportamientos de manera más efectiva.

Sin embargo, fue el libro «Inteligencia Emocional» de Daniel Goleman, publicado en 1995, el que popularizó ampliamente el concepto y contribuyó a su difusión en todo el mundo. Este manual ofrece una clasificación de la inteligencia emocional desde diversas perspectivas.

Para Daniel Goleman la inteligencia emocional se relaciona con las cinco competencias fundamentales de la inteligencia emocional: la autoconciencia, la autorregulación emocional, la motivación, la empatía y las habilidades sociales.

Otra definición que me gusta mucho es la que encontrarás en la Enciclopedia Humanidades: «La inteligencia emocional es la capacidad del individuo para percibir y comprender las emociones propias y ajenas y, con esa información, poder guiar sus pensamientos y acciones.«

Para entender la importancia de la inteligencia emocional debemos saber un poco mas acerca de las emociones, y quizá uno de los aspectos más destacables es la velocidad de las mismas. Las emociones se producen en milésimas de segundos.

Y esto es así dado que, a nivel evolutivo, el ser humano como el resto de animales, han precisado una respuesta rápida para poder adaptarse a situaciones peligrosas. Este mecanismo de supervivencia ha quedado instaurado y ha configurado la manera en que reaccionamos emocionalmente.

Según el neurocientífico experto en emociones Joseph Ledoux: “El rudimentario cerebro menor de los mamíferos es el principal cerebro de los no mamíferos, un cerebro que permite una respuesta emocional muy veloz. Pero, aunque veloz, se trata también, al mismo tiempo, de una respuesta muy tosca, porque las células implicadas sólo permiten un procesamiento rápido, pero también impreciso”.

En el enfoque de la Terapia Gestalt, se hace referencia al ciclo de la experiencia, el cual describe las etapas que se atraviesan desde la aparición de una necesidad que nos impulsa emocionalmente, hasta la culminación de la experiencia o la satisfacción de dicha necesidad.

Se entiende pues que el organismo está naturalmente dispuesto a satisfacer las necesidades que emergen. Durante este proceso, las emociones se manifiestan en forma de sensaciones corporales que nos orientan a la satisfacción de dichas necesidades.

Las emociones desempeñan un papel crucial en el proceso de razonamiento. Entre el sentir y el pensar, las emociones influyen en nuestras decisiones al colaborar con la mente racional, capacitándola o limitándola.

Del mismo modo, el cerebro pensante desempeña un papel fundamental en nuestras emociones, a excepción de los momentos en los que las emociones se descontrolan y el cerebro emocional toma el control total de la situación.

En cierto sentido, contamos con dos cerebros y dos formas distintas de inteligencia: la inteligencia racional y la inteligencia emocional. Nuestra funcionalidad vital está determinada por la interacción de ambas.

La integración de la inteligencia racional y emocional es fundamental para alcanzar un equilibrio y una óptima toma de decisiones en nuestras vidas. A medida que comprendemos la velocidad y la influencia de las emociones en nuestro proceso de razonamiento, podemos desarrollar una mayor autoconciencia y autorregulación emocional.

Al reconocer y comprender nuestras propias emociones, así como las de los demás, podemos fortalecer nuestras habilidades sociales, fomentando la empatía y la conexión con los demás. La inteligencia emocional nos brinda la capacidad de aprovechar el poder de las emociones para impulsar nuestro crecimiento emocional e intelectual, permitiéndonos vivir de manera más plena y satisfactoria.

Al reconocer la importancia de ambas formas de inteligencia y buscar su integración armoniosa, podemos alcanzar un mayor bienestar y éxito en nuestra vida personal y profesional

Características de la inteligencia emocional

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La inteligencia emocional se fundamenta en la forma en que cada individuo experimenta y vive sus emociones. Y al contrario de lo que muchos piensan, no tiene nada que ver con controlar o suprimir las emociones. Mas bien es el contrario ya que, un buen manejo de las emociones pasa por dejarse sentir y
atravesar por las mismas sabiendo responder de forma adaptativa al momento en que se producen.

Debemos considerar pues, que el espectro emocional, que parte de las 5 emociones básicas (miedo, afecto, tristeza, rabia, alegría) tienen como objetivo nuestra supervivencia, teniendo cada emoción un “objetivo” concreto:

  • Miedo: el objetivo es alejarnos de los peligros y por tanto brindarnos protección.
  • Afecto: el objetivo es vincularnos con otras personas.
  • Tristeza: el objetivo es aislarnos para entrar en contacto íntimo con uno mismo / una misma y poder integrar ciertas vivencias.
  • Rabia: el objetivo es movilizarnos ya sea a conseguir algo que necesitamos o bien para defendernos de algo que nos amenaza.
  • Alegría: su objetivo es el contacto y la evidencia de aquello que nos hace bien.

Así pues, queda claro que cada emoción cumple una función y es por eso que merece la pena atenderla como es debido. Ahora bien ¿Qué elementos influyen en una relación sana con nuestra vivencia emocional? Para poner un poco de luz a esto merece la pena considerar las cinco competencias clave para la inteligencia emocional descritas por Daniel Goleman:

#1 Autoconciencia

Es la capacidad de identificar y entender nuestros procesos emocionales y como estos actúan en nuestros pensamientos y acciones. La autoconciencia nos brinda, además, la posibilidad de entender la forma en que nos relacionamos con otras personas, así como las dificultades que tenemos en dichas relaciones. Al desarrollar un nivel de autoconciencia podemos desarrollar vínculos más sanos y podemos hacer una mejor toma de decisiones.

#2 Autorregulación emocional

Se refiere a la capacidad de manejar y regular nuestras emociones de manera efectiva. Implica ser consciente de nuestras emociones, aceptarlas y gestionarlas de forma adecuada. La autorregulación emocional implica controlar impulsos emocionales negativos y reacciones automáticas, y en su lugar, cultivar respuestas más equilibradas y adaptativas. Esto implica tomar conciencia de nuestras emociones en el momento presente, comprender las causas subyacentes de dichas emociones y utilizar estrategias saludables para gestionarlas de manera respetuosa uno mismo/una misma.

#3 Motivación

La motivación en el campo de la inteligencia emocional hace referencia al impulso para conseguir aquellas metas que nos hacen bien y juegan a nuestro favor. Dicho impulso tiene una base emocional y se mantiene gracias al compromiso que adquirimos y que da dirección a nuestras vidas. En última instancia, esta motivación puede llegar a dirigirnos a la consecución de nuestro propósito de vida, algo que puede ser identificado tras una experiencia íntima y reveladora y que a su vez, puede variar en las distintas etapas evolutivas de cada persona.

#4 Empatía

La empatía es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos, emociones y perspectivas de otra persona. Implica ponerse en el lugar del otro, percibir sus experiencias y responder de manera compasiva y comprensiva. La empatía implica una conexión emocional y la capacidad de mostrar empatía puede fomentar relaciones saludables, mejorar la comunicación y fortalecer la comprensión mutua
entre las personas.

#5 Habilidades sociales

Se refieren a un conjunto de competencias que nos permiten interactuar de manera efectiva con los demás en diversas situaciones sociales. Estas habilidades incluyen la capacidad de comunicarse de manera clara y asertiva, escuchar activamente, expresar y manejar las emociones adecuadamente, mostrar empatía, resolver conflictos de manera constructiva y establecer relaciones positivas. Las habilidades sociales son fundamentales para establecer y mantener relaciones saludables, colaborar en equipos de trabajo, negociar y resolver problemas, y contribuir al bienestar general tanto personal como social.

Beneficios de desarrollar la inteligencia emocional con Terapia Gestalt

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En su libro «¿Tengo Inteligencia Emocional?», Manel Güell Barceló propone una perspectiva diferente al afirmar que no existen emociones inherentemente positivas o negativas, sino que las emociones son el
resultado de la respuesta de una persona ante una situación. Reconoce que algunas emociones pueden ser beneficiosas y útiles para el individuo, mientras que otras pueden no serlo. En base a esto, se pueden clasificar las emociones en dos categorías: respuestas emocionales efectivas, útiles y adaptativas; y respuestas emocionales no efectivas, poco útiles o poco adaptativas.

La utilidad de una emoción (como alegría, ira o vergüenza) depende del contexto en el que se presenta. Si la respuesta emocional es adaptativa y ayuda a relacionarse de manera efectiva con el entorno, con los demás y con uno mismo, se considera una emoción efectiva.

Por lo tanto, todas las respuestas emocionales pueden ser positivas siempre que se utilicen de manera adecuada y en consonancia con las circunstancias. Esta visión invita a comprender que la forma en que gestionamos nuestras emociones y las aplicamos puede influir en nuestra capacidad para adaptarnos y relacionarnos de manera más efectiva con el mundo que nos rodea.

La inteligencia emocional desempeña un papel fundamental en nuestra vida diaria, ya que nos capacita para una serie de habilidades y beneficios que influyen positivamente en nuestro bienestar y relaciones interpersonales:

#1 Tomar conciencia de emociones

Al desarrollar la inteligencia emocional, somos capaces de tomar conciencia de nuestras propias emociones, lo cual implica reconocer y comprender nuestros estados emocionales, tanto los positivos como los negativos. Esta conciencia emocional nos permite gestionar de manera más efectiva
nuestras respuestas emocionales, evitando reacciones impulsivas o desproporcionadas.

#2 Capacidad de empatía

Además, la inteligencia emocional nos permite comprender los sentimientos y emociones de los demás. Esta capacidad de empatía nos ayuda a establecer una conexión más profunda con las personas que nos rodean, fortaleciendo nuestras relaciones interpersonales y fomentando un ambiente de comprensión y apoyo mutuo.

#3 Mejor tolerancia y manejo de presiones y frustraciones

En entornos laborales, la inteligencia emocional se vuelve especialmente relevante, ya que nos ayuda a tolerar y manejar las presiones y frustraciones que podemos enfrentar. Al ser conscientes de nuestras
emociones y tener la habilidad de regularlas
, podemos afrontar de manera más efectiva el estrés y mantener una actitud equilibrada y productiva en nuestro trabajo. Además, la inteligencia emocional potencia nuestra capacidad de trabajo en equipo, facilitando la colaboración, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos.

#4 Mayor oportunidad de desarrollo personal y social

No solo se limita al ámbito laboral, la inteligencia emocional también nos permite adoptar una actitud empática y social en nuestras interacciones cotidianas, lo que nos brinda mayores oportunidades de desarrollo personal y enriquecimiento de nuestras relaciones sociales. La empatía nos permite comprender y responder adecuadamente a las necesidades de los demás, generando un clima de confianza y creando lazos sólidos con quienes nos rodean.

#5 Mejor convivencia con los demás

Así mismo, la inteligencia emocional nos invita a participar, deliberar y convivir con los demás desde un enfoque de armonía y paz. Al comprender y regular nuestras emociones, somos capaces de gestionar los conflictos de manera constructiva, promoviendo la cooperación, la comprensión mutua y el respeto en nuestras interacciones sociales. Esto contribuye a la construcción de entornos sociales más saludables y gratificantes para todos.

Otro punto que merece un episodio aparte es el de la dependencia emocional, donde la desarrollar la inteligencia emocional será de gran ayuda, pero que requerirá un trabajo tal vez más profundo.

Cómo desarrollar la inteligencia emocional con la Terapia Gestalt

A continuación, te detallo algunos ejemplos de cómo la Terapia Gestalt puede ayudarte a desarrollar tu inteligencia emocional. De nuevo insistir que lo que pretendemos no es suprimir las emociones ni evitar aquellas que puedan resultar desagradables. El objetivo de este trabajo es poderlas identificar, atenderlas e integrarlas para poder tomar buenas decisiones y podernos relacionar de una forma más sana.

#1 Autoexploración

La Terapia Gestalt fomenta la exploración interna y el autoconocimiento como base fundamental para desarrollar la inteligencia emocional. A través de técnicas y ejercicios, se invita a la persona a explorar sus emociones, pensamientos y patrones de comportamiento, así como a descubrir las conexiones entre ellos. Como ya expliqué en una de mis anteriores entradas, la autoexploración comienza en las sesiones de terapia para ir permitiendo su integración entre sesiones, es decir, en el cotidiano.

#2 Toma de conciencia corporal

La Terapia Gestalt pone énfasis en la conexión mente-cuerpo y en la importancia de la conciencia corporal. A través de ejercicios de atención plena y exploración sensorial, se promueve el desarrollo de la capacidad de percibir las sensaciones corporales asociadas a las emociones, permitiendo una comprensión más profunda de las mismas. Abrirse a sentir con el cuerpo es abrirse a que las emociones se manifiesten y sigan su curso, aprendiendo a sostenerlas sin necesidad de evitarlas o taparlas con acciones o conductas que nos hacen mal.

#3 Expresión emocional

La Terapia Gestalt brinda un espacio seguro para la expresión emocional auténtica. A través de técnicas como el trabajo con la imaginación, el arte o el uso de la voz, se facilita la liberación y el procesamiento de las emociones reprimidas o bloqueadas, promoviendo un mayor equilibrio emocional. La liberación de las emociones atrapadas nos permite estar en paz y soltar la energía que estaba al servicio de retener o evitar sentir dichas emociones.

#4 Integración de polaridades

La Terapia Gestalt reconoce la existencia de polaridades en nuestra experiencia emocional y busca la integración de las mismas. Las polaridades son aspectos intrapsíquicos que forman opuestos en un continuo. Un ejemplo de esto podría ser la persona que tiene una alta disciplina en su cotidiano pero que en ocasiones se pasa al lado opuesto que podría ser el desenfreno o el caos en ciertos sentidos.

En este caso, lo segundo podría estar jugando la función de compensación de un exceso de disciplina. Al explorar las polaridades, vamos encontrando formas alternativas para tratar de evitar irnos de un extremo al otro.

#5 Trabajo en grupo

La Terapia Gestalt se puede realizar de forma individual o en grupo. La dinámica grupal ofrece oportunidades para el desarrollo de habilidades sociales y la práctica de la empatía y la escucha activa. A través de la interacción con otros participantes, se aprende a comprender y gestionar las propias emociones en relación con los demás, fortaleciendo la inteligencia emocional.

#6 Trabajo con sueños

La Terapia Gestalt presta atención a los sueños como fuente de información sobre nuestras emociones y procesos internos. Se anima a los individuos a explorar y expresar simbólicamente las emociones y temas emocionales que surgen en sus sueños, lo que facilita la comprensión y la integración de aspectos emocionales inconscientes.

La Terapia Gestalt es un enfoque terapéutico amplio y flexible, por lo que como puedes imaginar, pueden existir muchas otras vías y técnicas utilizadas según las necesidades y metas individuales de cada persona.

Pero que no te engañen. De nada sirve tener un diplomado en inteligencia emocional. La gestión emocional es algo que se requiere atender a lo largo de la vida, especialmente si pasas por momentos complejos. Así que, no hay una meta ni un estado final de resolución total (que yo sepa).

Conclusión: La Terapia Gestalt ofrece un avance en el desarrollo de la inteligencia emocional

Gracias a mi experiencia, tanto en el rol de Terapeuta Gestalt como en el rol de cliente, te puedo garantizar que el proceso de Terapia Gestalt tiene puede ofrecerte un gran avance en tu desarrollo de la inteligencia emocional.

Al desarrollar la figura del observador externo y explorar tus procesos emocionales en el proceso terapéutico, irás entendiendo con profundidad los automatismos que te condicionan. Esto te permitirá desapegarte de ellos y por tanto, ir desarrollando nuevas formas de andar por la vida por lo que, este proceso puede suponer una transformación muy beneficiosa.

Aprovecho también para comentarte que escribí una entrada en el blog en la que te hablo de la inteligencia emocional en el trabajo.

Si tienes dudas acerca de cómo esto puede ayudarte en tu caso particular, te animo a que me solicites una sesión gratuita. Podré atenderte tanto de forma presencial como on-line y ahí, explicarte con más detalle si mi acompañamiento puede ajustarse a tus necesidades. Y recuerda, ofrezco mis servicios de Terapia Gestalt en Mataró y también en formato on-line.

PD: Estate atento pues pronto prepararé una nueva entrada en la que quiero hablar acerca de la inteligencia emocional en el trabajo.

Te ofrezco 1 hora de mi tiempo para que analicemos en qué puedo ayudarte a sentirte mejor.

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Publicado por Iván
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Soy Iván Gálvez, psicólogo y terapeuta Gestalt y te ofrezco mi acompañamiento en tu proceso de crecimiento personal. Te brindo mis servicios con el propósito de ayudarte a vivir con mayor plenitud y satisfacción, desde el compromiso con la honestidad y el respeto.
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