Qué es la Terapia Gestalt, Cómo Funciona y 7 Fundamentos

Mediante este blog que inauguro con esta entrada, quiero explicarte qué es la Terapia Gestalt desde mi experiencia. Compartiré contigo mis conocimientos y vivencias como psicólogo, como terapeuta Gestalt y también como cliente en terapia. En esta primera entrada empezaré por explicarte en que se basa este modelo de terapia y su utilidad.

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Qué es la Terapia Gestalt y para qué sirve

Según la asociación española de Terapia Gestalt: «La Terapia Gestalt es un abordaje terapéutico eficaz y una filosofía de vida que prima la conciencia, la propia responsabilidad y la fe en la sabiduría intrínseca del organismo para autorregularse en un medio cambiante.«

La Terapia Gestalt es un modelo de terapia humanista que tiene como objetivo facilitar un proceso de maduración o crecimiento personal. Dicho de otra forma, esta disciplina tiene como objetivo acompañar a las personas en un proceso de transformación con la finalidad de mejorar su bienestar. El objetivo de la terapia es el acompañamiento en el desarrollo personal del cliente.

A lo largo del desarrollo, todas las personas atravesamos etapas que nos marcan. Desarrollamos mecanismos de defensa, o nos quedamos anclados en ciertas experiencias por la dificultad que entrañan, y esto condiciona nuestras experiencias futuras.

El proceso terapéutico pretende atender a aquellas dificultades que tienen origen en el pasado y se manifiestan en el presente, poniendo conciencia y tratando de recuperar parte de los recursos perdidos. A lo largo de las sesiones  se exploran dificultades  del cliente para que vaya entendiendo mejor como manejarse ante ellas.

Algunas de las dificultades más comunes a tratar en el proceso de Terapia Gestalt suelen ser: baja autoestima, relaciones personales, ansiedad y estrés, vergüenza y culpa, dificultad para manejar las emociones, como por ejemplo la ira, crisis vitales, etc.

En definitiva, el proceso te ayuda a explorar las distintas áreas de tu vida, poniendo atención a aquellas que precisen ser atendidas. Esta exploración te llevará a descubrir asuntos inconclusos, explorarlos, resolverlos, integrarlos y a partir de aquí, definir nuevas estrategias que te permitirán vivir de forma más plena.

«La Terapia Gestalt es una forma de trabajar con las personas que se basa en la creencia de que todos somos seres completos que constantemente interactuamos con nuestro entorno.«, Laura Perls.

Principales características de la Terapia Gestalt

La Terapia Gestalt es un enfoque terapéutico que pertenece a la Psicología Humanista. Este formato de psicoterapia fue creado por los psicoanalistas Fritz Perls, Laura Perls y Paul Goodman, y llega al mundo a través de la publicación del libro Gestalt Therapy, en el 1951.

​Según este enfoque terapéutico, el ser humano, por el hecho de vivir en sociedad y en aras de adaptarse a esta, suprime impulsos vitales genuinos de forma repetitiva. La forma en que las personas se gestionan en este sentido, desarrollan estructuras adaptativas o estructuras de carácter neuróticas. Si, puede sonar raro o feo, pero según este modelo, somos todos neuróticos.

Así pues, la neurosis no es más que la forma en que aprendemos a adaptarnos a las vivencias que nos van impidiendo satisfacer nuestras necesidades. Y aquí podría ponerte algunos ejemplos para que entiendas mejor:

  • Ejemplo 1: un ejemplo habitual es el de un niño o una niña que vive en un entorno educativo marcado por la exigencia y donde se castiga mucho el error o el fallo. En este entorno, sería fácilmente esperable que el niño o la niña interioricen una cierta autoexigencia por temor al castigo. Esto puede hacer que el niño o la niña al crecer, tengan una tendencia extrema al perfeccionismo y exigencia, y que incluso les lleve a tener una mayor tendencia a estresarse que otras personas.
  • Ejemplo 2: otro ejemplo podría ser el de un niño o una niña que durante una etapa del desarrollo en que necesitó atención y cariño, se sintió desplazado por un hermano o hermana. El típico caso de «el niño o la niña celosa». Ante esta carencia de atención, ese niño o niña podría convertirse en una persona que busca atención constante. La respuesta neurótica en este caso podría consistir en un cuidado exacerbado de la imagen para gustar y ser visto o ser vista.

Y aquí es donde podemos empezar a entender la relación que hay entre ciertos aspectos de la Terapia Gestalt y la Psicología Cognitivo-Conductual. Y es que estas adaptaciones neuróticas generan estructura de pensamiento y conducta que en ocasiones, acaban dando como resultado, ciertas patologías psicológicas.

Así pues, desde el enfoque de la Terapia Gestalt, describe que somos organismos en relación con el ambiente. El ambiente nos determina y vivimos en constante contacto con todo lo que configura nuestro ambiente.

Además, desde este enfoque psicoterapéutico, se considera al ser humano como un todo que integra emociones, pensamientos, cuerpo y experiencia transpersonal o espiritual. Y este todo es indivisible del entorno, tal y como te comento anteriormente, por lo que, se entiende que la experiencia de cada persona, así como su forma de percibir la realidad y sus condiciones son singulares y únicas. Y estas deben ser tenidas en cuenta en el proceso terapéutico.

La Terapia Gestalt plantea la aceptación incondicional de cada individuo. Esta aceptación es una de las actitudes básicas del terapeuta Gestalt que sesión tras sesión, promueve así mismo, que el paciente logre también aceptarse a si mismo, sin necesidad de cambiar, sin caer en la culpa o la vergüenza, y sin caer en la exigencia de lo que está bien o mal o lo que debería ser.

Al validar la experiencia individual, damos pie a una mirada interna libre de juicio, desde la curiosidad, y desde la cual podemos buscar formas de atender aquello que sentimos o aquello que nos pasa.​

Cómo se aplica la Terapia Gestalt

La aplicación de la Terapia Gestalt se plantea desde el enfoque de proceso, en el cual, se pacta una frecuencia de sesiones. Es decir, la Terapia Gestalt promueve un proceso terapéutico con el objetivo de promover el desarrollo personal del individuo que acude a ella.

A diferencia que la psicología cognitivo conductual, en la cual, el número de sesiones es pautado y definido acorde a unos objetivos muy concretos, la Terapia Gestalt tiene como objetivo profundizar en la persona, tratando de llegar a la raíz de aquellos asuntos que están causándonos insatisfacción vital.

La forma que tiene la Terapia Gestalt de promover el bienestar psicológico es ofrecer un espacio de apoyo emocional en el cual, la persona va descubriendo sus mecanismos, va atendiendo a sus heridas, a sus asuntos inconclusos, y poco a poco, va asumiendo un proceso de transformación que le permita su desarrollo personal.

La forma en que el terapeuta Gestalt acompaña a sus clientes es atendiendo a aquello que sucede en el aquí y ahora, y tratando de entender como las dificultades del ahora pueden responder a asuntos inconclusos del pasado.

Funciones de la Terapia Gestalt

Ahora bien, para entender el modelo de intervención de la Terapia Gestalt debemos entrar un poquito más en detalle. Lo primero que merece la pena que conozcas es el campo de aplicación de la Terapia Gestalt.

Como ya te dije, el enfoque de este modelo es ofrecer acompañamiento para el crecimiento personal. Esto quiere decir que lo que se pretende es mejorar la experiencia vital de las personas mediante un proceso que bien puede ser individual o grupal. El proceso de crecimiento personal pretende ofrecer una mejora del bienestar.

Para cumplir este objetivo, nos moveremos a través de las siguientes fases.

  1. La toma de conciencia.
  2. La integración.
  3. La oportunidad de cambio.

A continuación, te explicaré detalladamente estas tres fases que son fundamentales en el proceso, pero antes permíteme explicarte algo importante.

Una de las cosas que más me gusta de este enfoque terapéutico es que no se limita únicamente a las sesiones de terapia. Durante las sesiones con el terapeuta se activan ciertos aspectos que pueden facilitar la toma de conciencia, la integración y el cambio. Sin embargo, este proceso también ocurre fuera de las sesiones, ya que es dinámico y está en constante movimiento.

“El ser” significa estar aquí y ahora, estar consciente y ser responsable, conocer las propias acciones y sentimientos. Estos tres aspectos -apreciación del momento, estar consciente de ello y la responsabilidad- constituyen un núcleo básico que se promueve en la terapia gestáltica» (Naranjo, 1989; Perls y Baumgardner, 1978).

1. Toma de conciencia

La toma de conciencia es la base principal del proceso terapéutico. Y aquí merece la pena entender que no podemos cambiar aquello que desconocemos o no somos capaces de ver. Y dicho así parece sencillo, pero este es uno de los asuntos más complejos. Aprendemos a desarrollar nuestro nivel de conciencia de aquello que nos pasa.

En nuestro desarrollo como personas todos desarrollamos nuestra forma particular de entender la realidad. Esto depende de muchos factores, entre otros la suma de nuestras vivencias y especialmente, cómo fuimos entendiendo la realidad en nuestra infancia. Estos esquemas están muy anclados y como ya imaginarás, condicionan mucho nuestro paso por la vida. Y aquí debemos entender que, si estamos condicionados por nuestras vivencias pasadas, esto limita nuestra forma de percibir la realidad y de vivir el presente.

Así pues, lo que se pretende mediante este estilo de acompañamiento es que las personas puedan ir descifrando las distintas capas de su propio condicionamiento. Se profundiza en la toma de conciencia y este será el eje principal del proceso. Observamos nuestros condicionamientos para que estos vayan aflojando.

A medida que se avanza en esa exploración vamos viendo las partes que nos componen. Y es que somos seres fragmentados. Las distintas necesidades que pulsan en nuestro interior actúan como fuerzas que tiran de nosotros. Poder ponerle conciencia a esto nos permite atender a cada una de estas necesidades, validar su razón de ser, y poco a poco aprender a estar en paz con las mismas.

Por último y no menos importante, este modelo terapéutico nos irá llevando a la toma de conciencia a de los asuntos inconclusos. Esto hace referencia a aquellas experiencias que no quedaron satisfechas satisfactoriamente en algún momento de nuestra vida de manera que aparecen como una pulsión en el presente generando malestar o dificultades en ciertas circunstancias.

«Sin entendernos a nosotros mismos jamás podremos esperar entender lo que estamos haciendo, jamás podremos esperar resolver nuestros problemas, jamás podremos esperar vivir plenamente. Sin embargo, tal comprensión del «sí mismo» (self) incluye más que el entendimiento intelectual corriente.» Fritz Perls.

2. Integración

Cuando reconocemos y atendemos las diferentes partes que nos componen, podemos integrarlas y utilizarlas en nuestro beneficio. Es importante comprender que somos seres complejos y ambivalentes, lo que significa que a veces podemos desear algo y, al mismo tiempo, desear lo contrario.

Un ejemplo claro de esto se puede observar en terapia cuando alguien anhela establecer conexiones afectivas con otras personas, pero al mismo tiempo experimenta un intenso rechazo debido al temor a las consecuencias. En este caso, vemos cómo dos fuerzas actúan en direcciones opuestas, lo cual dificulta el avance en cualquier dirección. En el proceso, nos dedicaremos a explorar ambas áreas, brindándoles atención y cuidado por igual.

Debemos entender que la integración es un proceso complejo que requiere de un contacto real y profundo con aquello que estamos explorando. Así pues, el objetivo de la Terapia Gestalt no es resolver el esquema de lo que está pasando mediante la razón. El proceso más consiste más bien en dar espacio a una resolución creativa y sentida. Solo así podemos ofrecer la posibilidad de un cambio significativo.

3. Oportunidad al cambio

El proceso de cambio se describe a menudo como un ciclo de conciencia, frustración y resolución. Estas no son etapas fijas en el proceso, y lógicamente no estamos ante una secuencia que deba darse siempre, pero merece la pena profundizar en esto para comprender mejor este enfoque terapéutico.

  • Conciencia: El primer paso en el proceso de cambio es tomar conciencia del problema o tema que deseas cambiar. Esto implica prestar atención a tus pensamientos, sentimientos y comportamientos, y cómo interactúan entre sí. Esta toma de conciencia requiere de una voluntad y constancia, es algo que pasa a formar parte de nuestro día a día y es uno de los componentes clave de la actitud que se fomenta en el proceso terapéutico.
  • Frustración: A mediada que vas tomando conciencia del problema, es posible que empieces a sentir frustración. Esto se debe a que puedes darte cuenta de que no puedes controlar tus pensamientos, sentimientos o comportamientos de la manera que deseas, y que caes irremediablemente en ese ciclo de repetición que estás queriendo resolver.
  • Resolución: El último paso en el proceso de cambio es resolver el problema. Esto implica encontrar una forma de aceptar tus pensamientos, sentimientos y comportamientos, integrarlos y tomar decisiones que estén alineadas con tus valores. Esto puede requerir un tiempo de maduración ya que, probablemente necesites atender a ciertos aspectos de ti que tenías en «la sombra».

El proceso de cambio puede ser difícil y desafiante, pero también es una oportunidad para el crecimiento y el aprendizaje. Esto puede ayudarte a navegar el proceso de cambio y realizar cambios duraderos en tu vida.

«El objetivo de la terapia es ayudar al cliente a tomar conciencia e integrar sus asuntos inacabados«, Laura Perls.

Principios de la Terapia Gestalt

El modelo gestáltico se centra en el presente, la responsabilidad individual y el «darse cuenta» como pilares para el crecimiento y la transformación personal. Reconoce la importancia de la experiencia y la mirada holística, abarcando cuerpo, emoción y mente. Busca facilitar el proceso de maduración y comprender cómo nos relacionamos con nuestras necesidades. A continuación, te explico con detalle un poco más de los fundamentos de este enfoque:

  • Aquí y ahora: Al llevar la atención a lo que nos sucede en el presente aumenta nuestro nivel de conciencia y esto tiene un enorme potencial de transformación. Esto es algo que ponemos en práctica en terapia y que poco a poco iremos llevando a la práctica en nuestro día a día. Y en este punto podemos citar a Isadore Fromm: «La terapia Gestalt es un enfoque aquí y ahora, lo que significa que el enfoque está en el momento presente, no en el pasado«.
  • Responsabilidad individual: Desde este enfoque terapéutico asumimos que somos responsables de gran parte de lo que nos pasa. Al tomar conciencia de esto desplazamos el locus de control y por lo tanto, aumenta la posibilidad de introducir cambios ya que, si somos responsables de algo podemos cambiarlo.
  • El “darse cuenta”: Esta expresión traducida del inglés “awareness” pone un claro enfoque al proceso de toma de conciencia y es que, como ya te dije anteriormente, uno de los principales pilares del proceso terapéutico es el de poner conciencia a lo que nos pasa. Esto se convierte en una actitud transformadora ya que nos irá permitiendo dar con esos reveladores descubrimientos o “insights”. Es por eso que no buscamos desvelar ni resolver nada a nuestros clientes. Cada persona irá descubriendo y resolviendo a su ritmo y por su propio pie.
  • La experiencia: Dado que nos centramos en el aquí y ahora y que, vamos detrás de la toma de conciencia de nuestros procesos psicológicos, el continuo de la experiencia vital se convierte en el escenario de ese proceso. Es decir, damos una gran importancia a la experiencia. Lo que experimentamos nos ofrece un gran material de aprendizaje y por tanto de transformación. Esa experiencia es la que se da en terapia y es también, la que experimentamos en cualquier momento de nuestra vida. Así mismo, es en la experiencia del día a día donde se produce la transformación.
  • Mirada holística: Desde este modelo se entiende al ser humano por el todo, es decir, no hace separación entre cuerpo, emoción y mente. Los procesos psicológicos se producen en el cuerpo, y es por eso que las sensaciones corporales son una guía en el proceso. Además, ampliamos la capacidad expresiva al no solo trabajar con la palabra.
  • Proceso de maduración: Como expliqué anteriormente, lo que se pretende es favorecer el proceso de maduración de las personas. Esto parte de la premisa de que los seres humanos estos sometidos a un proceso constante de maduración el cual nos permite adaptarnos a las distintas circunstancias que se dan en cada etapa vital.
  • El ciclo de necesidades: Este ciclo describe cómo nos relacionamos con nuestras necesidades. Puede que para algunas personas haya dificultad para sentir qué necesita, para otras, la dificultad puede estar en saborear las necesidades satisfechas. En todo caso entender este esquema nos ayuda a entender nuestras necesidades genuinas y a encontrar una forma saludable de relacionarnos con ellas.
  • La relación terapéutica: La relación terapéutica es crucial. Su función principal es crear un ambiente de confianza y seguridad donde el cliente se sienta cómodo para explorar su mundo interno. A través de esta relación, el terapeuta facilita la expresión auténtica del cliente y observa cómo se relaciona con los demás y consigo mismo. Brinda retroalimentación y confrontación honesta para ayudar al cliente a tomar conciencia de patrones limitantes. Además, la relación terapéutica ofrece un espacio para experimentar nuevas formas de relacionarse. En resumen, esta relación es fundamental para promover el crecimiento personal y el cambio.
  • La autorregulación: La autorregulación se refiere al proceso mediante el cual una persona toma conciencia de sus necesidades genuinas, emociones y límites, y se responsabiliza de satisfacer esas necesidades de manera saludable y equilibrada. Implica estar presente en el momento presente, asumir la responsabilidad personal de nuestras acciones y establecer límites adecuados. La autorregulación nos permite tomar decisiones conscientes, vivir de manera auténtica y establecer relaciones más satisfactorias. Es un aspecto clave en el crecimiento personal y el desarrollo de una mayor conciencia de uno mismo.
  • El contacto con el «yo» auténtico: El contacto con el yo auténtico se refiere a estar plenamente conectado y en sintonía con uno mismo, viviendo de manera genuina y congruente con nuestras emociones, pensamientos y experiencias presentes. Implica ser consciente de uno mismo, asumir la responsabilidad personal y expresarse de manera auténtica. A través de diversas técnicas terapéuticas, se trabaja para fortalecer este contacto, permitiendo vivir de forma más plena y satisfactoria, en armonía con nuestra verdad interna.
  • Las polaridades: las polaridades hacen referencia a los extremos en un continnuum de una cualidad concreta, que en el individuo, ejercen oposición o conflicto interno. Solemos identificarnos con una polaridad rechazando la otra, y esto nos limita. El trabajo con polaridades permite ampliar nuestra experiencia y flexibilizar nuestra conducta.
  • La integración de las partes:La integración de las partes del yo se refiere al proceso de unificar y armonizar las diferentes facetas de nuestra personalidad. Se reconoce que cada persona tiene diversas partes o subpersonalidades que pueden estar en conflicto entre sí. El objetivo es tomar conciencia de estas partes, escuchar sus necesidades y trabajar hacia una mayor coherencia interna. La integración promueve la autenticidad, el equilibrio emocional y una mejor relación con uno mismo y con los demás. Es un proceso terapéutico que busca la unidad y la conexión en nuestra experiencia de vida.

La Terapia Gestalt ofrece una mirada integradora

Algo interesante y que quizá merezca una o varias entradas del blog es cómo la Terapia Gestalt acaba integrándose con otros modelos de intervención. Dado que este tipo de modelo busca acompañar a las personas en su proceso de crecimiento personal, debemos entender que cada proceso es único. Al atender a las necesidades particulares de cada persona, podemos encontrarnos con la necesidad de atender a temas expresivos que podrían nutrirse de técnicas artísticas.

Podría ser también que haya procesos en los que se precise atender a la forma de entender la sexualidad. Incluso habrá procesos en los que se requiera un trabajo muy concreto con temas como el duelo o la maternidad.  Es por ese motivo que podrás encontrar propuestas de profesionales que centran su intervención a estos y otros campos de aplicación.

Este modelo terapéutico acostumbra a integrar herramientas específicas además de las herramientas de la terapia Gestalt, para mejorar el proceso en áreas específicas del desarrollo.

Mi experiencia con la Terapia Gestalt

Conocí la Terapia Gestalt gracias a una compañera de la universidad, cuando estudiaba la carrera de Psicología. Lo cierto es que andaba un poco desencantado por la carrera, y no porque no me gustase, si no porque echaba en falta algo más práctico, algo más profundo, algo que me permitiera entender al ser humano más allá de sus conductas.

Tras un café que duró horas, en las que mi compañera me explicó acerca de la Terapia Gestalt, me decidí a informarme. Hice curso de formación de Terapia Gestalt de iniciación y al acabar, me decidí a hacer el curso completo.

La formación en Terapia Gestalt fueron 3 años, luego estuve otros 3 años como observador en el equipo docente del instituto donde me formé y la verdad, sigo pensando que volvería a meterme en otro proceso de otros tres años pues, gran parte de lo que rodea la formación me fascina.

Lo más impactante para mi fue la parte de las experiencias grupales. Aquí merece la pena destacar que la formación en Terapia Gestalt está muy enfocada al aspecto práctico. Y no solo es que aprendas mediante la práctica, sino que el propio proceso de aprendizaje incluye un proceso de desarrollo personal grupal. Y esto fue, para mi, lo más enriquecedor.

En este proceso, te nutres de las experiencias de los compañeros. Ves su vivencia. Y la vivencia propia, se entrelaza con la de los demás. Y esto, se enriquece aún más con el proceso de terapia individual al que debes someterte para obtener el título. Y la verdad, esto fue una gran revolución para mi pues, nunca hubiese acudido a terapia por mi propio pie. Sin embargo, acudir a terapia creo fue, una de las mejores decisiones que jamás he tomado.

Cómo se relaciona la Terapia Gestalt con la Psicología Clínica

La Psicología Clínica es la rama de la psicología que se encarga del estudio, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos psicológicos. Así, desde este enfoque, el psicólogo se encarga de diagnosticar y tratar trastornos tipificados en el manual DSM, es decir, trastornos del ánimo como la depresión, trastornos de ansiedad, trastornos de la alimentación, etc. El psicólogo clínico diagnostica y trata los distintos trastornos psicológicos tipificados en los manuales DSM.

El terreno de aplicación de la Terapia Gestalt es distinto tal y como he explicado anteriormente. Desde este enfoque no pretendemos diagnosticar ni tratar los trastornos psicológicos. Así pues, no actúa nunca como substituto de la Psicología Clínica todo y que, si puede ser un complemento en muchos casos. El Terapeuta Gestalt no entra en el terreno del diagnóstico y tratamiento de los trastornos.

En todo caso, mi recomendación será siempre que te informes en la medida de lo posible. Esto es algo que podrás hacer en espacios de divulgación como este blog pero sobre todo, esto es algo que debes poder hacer en las sesiones informativas que ofrecemos los profesionales. Estas sesiones suelen ser gratuitas y en ellas, se te informará del campo de actuación de las distintas disciplinas.

Aquí el profesional, bien sea psicólogo o terapeuta, deberá explicarte en qué puede acompañarte y sobre todo, donde acaban sus competencias. Así mismo, un buen profesional optará siempre por derivarte a otro profesional si llegado el caso siente que no puede ayudarte en tu situación particular. Mi recomendación: infórmate y ponte en manos siempre de un profesional confiable.

Espero que esta entrada haya sido de tu interés. Si estás planteándote empezar un proceso de terapéutico y quieres saber si puede ser de ayuda en tu momento actual, puedes contactarme y te atenderé encantado. En una primera sesión gratuita podremos explorarlo juntos.

Si por el contrario tienes alguna duda y quieres que te la resuelva, déjame tu comentario y estaré encantado de atenderlo. Y recuerda, te ofrezco mis servicios de Terapia Gestalt en Mataró y en formato on-line.

Te ofrezco 1 hora de mi tiempo para que analicemos en qué puedo ayudarte a sentirte mejor.

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Publicado por Iván
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Soy Iván Gálvez, psicólogo y terapeuta Gestalt y te ofrezco mi acompañamiento en tu proceso de crecimiento personal. Te brindo mis servicios con el propósito de ayudarte a vivir con mayor plenitud y satisfacción, desde el compromiso con la honestidad y el respeto.
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2 respuestas

  1. La explicación me pareció muy interesante la verdad, y se agradece. Actualmente practico mindfullnes y lo que estoy viendo es que tomar conciencia de mis automatismos me ayuda mucho. Me gustó el punto en el que hablas del «darse cuenta». Seguiré tus publicaciones. Gracias.

    1. Gracias Sergio. Desde aquí se agradece que hayas dedicado unos minutos para dejar tu comentario. Lo cierto es que la práctica del mindfullness se suele integrar en este tipo de enfoque terapéutico. Poner atención plena a los procesos internos y en especial de las sensaciones del cuerpo abre espacio a sentir y a ese proceso de toma de conciencia (el darse cuenta). Recibe un abrazo.

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